La 12ª sesión del Grupo de Trabajo de composición abierta de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento (OEWGA por su nombre en inglés) tuvo lugar en Nueva York del 11 al 14 de abril de 2022. Los Estados Miembros, las ONG y las INDH de todo el mundo se reunieron para examinar las lagunas en la protección de los derechos de las personas mayores y la forma de colmarlas. Los paneles de este año cubrieron elementos normativos, el derecho a contribuir al desarrollo sostenible, el derecho a la seguridad económica y el impacto de COVID-19.
Ha pasado más de una década desde que se encomendó al OEWGA el mandato de presentar los principales elementos que deberían incluirse en un instrumento jurídico internacional sobre los derechos de las personas mayores. Sin embargo, los avances han sido lentos, frustrando a la sociedad civil, los expertos en derechos humanos y las propias personas mayores. Algunos Estados miembros han bloqueado continuamente cualquier decisión sobre cómo avanzar y, su participación en general ha sido decepcionante. Entonces, ¿fue diferente la sesión de este año? Sí y no. Si bien los mismos obstáculos dificultaron la labor del OEWGA en su 12ª reunión, también hubo nuevos acontecimientos alentadores que impulsaron el momentum.
Al igual que en años anteriores, algunos Estados Miembros expresaron su objeción a un instrumento internacional jurídicamente vinculante. Un gran número también se refirió a la necesidad de aplicar primero los instrumentos existentes, como el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento. Por otro lado, 18 Estados Miembros, incluidos muchos países latinoamericanos, expresaron su apoyo a una Convención. Durante el período de sesiones de este año, Austria, Bolivia, Burundi y Turquía apoyaron explícitamente por primera vez un instrumento vinculante. Nigeria también hizo una declaración muy enérgica a favor de una Convención, y después de unos años de guardar silencio, Bangladesh ahora reconfirmó claramente también su apoyo.
Un punto clave de la sesión de este año fue la enérgica declaración de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet. Subrayó que, aunque las personas mayores necesitan una protección más estricta para disfrutar plenamente de sus derechos humanos hoy más que nunca, la realidad es que los marcos jurídicos internacionales las siguen invisibilizando. Por lo tanto, pidió “pasos concretos y decisivos […] hacia la elaboración de propuestas de un instrumento jurídico internacional para promover y proteger los derechos y la dignidad de las personas mayores“. Y lo que es más importante, esos pasos “deben guiarse por las voces y la experiencia vivida de las propias personas mayores“.
La sesión terminó con una buena noticia, ya que Argentina presentó una nueva propuesta sobre el camino a seguir durante la clausura. Argentina subrayó que 12 años después del establecimiento del OEWGA, es crucial superar el debate sobre la necesidad de un instrumento internacional específico y definir un curso de acción concreto sobre el camino que debe tomar el Grupo de Trabajo para cumplir su mandato. Por lo tanto, formó un “grupo base interregional” e invitó a los Estados miembros, con pensamiento similar, a unirse. Para la próxima sesión del OEWGA en 2023, el grupo base buscará conseguir apoyo de más estados miembros y preparará un proyecto de decisión para establecer un grupo de trabajo formal entre períodos de sesiones. Adicionalmente, preparará y presentará un proyecto de texto en el que se determinen los principales vacíos, que pueden servir de base para las futuras negociaciones de instrumentos y medidas resolverlos. Aunque el éxito de esta iniciativa depende del compromiso de los Estados Miembros de adoptar medidas y hacer un seguimiento eficaz, se trata de un avance importante ya que es la primera propuesta concreta para los próximos pasos que recibió un amplio apoyo.
Además de esta clara propuesta sobre cómo avanzar durante el tiempo entre períodos de sesiones, es probable que los próximos acontecimientos en Ginebra mantengan y fortalezcan este impulso. Los días 14 y 15 de julio, el ACNUDH celebrará una reunión de múltiples interesados para examinar su reciente informe sobre el marco normativo (A/HRC/49/70) y preparar un resumen con recomendaciones sobre cómo subsanar las posibles lagunas y la dispersión de las normas internacionales de derechos humanos con respecto a las personas mayores. Este informe se presentará al Consejo de Derechos Humanos para su discusión en su quincuagésimo primer período de sesiones en septiembre de 2022.
Estas iniciativas paralelas tanto en Nueva York como en Ginebra presentan importantes oportunidades para que nosotros, como sociedad civil, participemos y aboguemos por los derechos de las personas mayores. Debemos pedir la inclusión efectiva de la sociedad civil en cada paso del camino para garantizar que se escuchen las voces de la población mayor. También debemos seguir alentando a nuestros gobiernos a participar activamente y apoyar explícitamente estas iniciativas. La sociedad civil ha sido la fuerza impulsora detrás del OEWGA y detrás de los progresos realizados en Ginebra. A la luz de estos acontecimientos positivos, debemos tener esperanza, pero mantenernos vigilantes, ser optimistas y estratégicos, a medida que continuamos nuestros esfuerzos para fortalecer el marco de derechos para las personas mayores en todo el mundo.
Blog por Marijke de Pauw, asesora global de políticas de derechos, HelpAge International
Traducción por Valentina Pardo, oficial de comunicaciones para América Latina y el Caribe, HelpAge International.