En el marco del 49º período ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos (28 de febrero – 1 de abril de 2022) se entregaron múltiples informes relevantes desde diversas perspectivas en las cuales se resaltan afectaciones para el debido goce de los derechos humanos, bien sea por sistemas legislativos, condiciones políticas nacionales, creencias religiosas, cambio climático, etc.
Entre estos reportes queremos resaltar dos que son de suma importancia para las personas mayores:
Criterios normativos y obligaciones en virtud del derecho internacional respecto de la promoción y la protección de los derechos humanos de las personas de mayores
En este informe, realizado por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en cumplimiento de la resolución 48/3 del Consejo de Derechos Humanos, se ofrece un esquema analítico de los criterios normativos y las obligaciones en virtud del derecho internacional respecto de la promoción y la protección de los derechos humanos de las personas de mayores.
Su conclusión es que en el marco internacional actual hay una cobertura fragmentada e incoherente de los derechos humanos de las personas mayores, tanto en la legislación como en la práctica, y que se debe formular y aprobar, tan pronto como sea posible, un marco coherente, amplio e integrado en lo que respecta a los derechos humanos de esta población, integrando en mayor medida las preocupaciones de las mujeres y hombres mayores en la labor de los mecanismos existentes.
El informe busca contribuir a todos los debates pertinentes a nivel nacional, regional e internacional, incluido el Grupo de Trabajo de Composición Abierta sobre el Envejecimiento, cuya próxima sesión tendrá lugar entre el 11 y el 14 de abril de 2022.
En los 11 períodos de sesiones de trabajo que ha celebrado desde 2011, el Grupo de Trabajo de Composición Abierta sobre el Envejecimiento, ha examinado la idoneidad del marco internacional vigente en materia de derechos humanos de las personas mayores y la manera óptima de subsanar las posibles lagunas y otras limitaciones, incluso estudiando, cuando ha correspondido, la viabilidad de adoptar instrumentos y medidas adicionales.
Esperamos que estos avances y esfuerzos puedan concluir en una Convención Internacional para las Personas Mayores, que amplíe y complemente el marco de protección de los DDHH desde el sistema de Naciones Unidas.
Cambio Climático y Personas Mayores
Este estudio examina los efectos del cambio climático en los derechos humanos de las personas mayores, los compromisos y las obligaciones conexos de los Estados, haciendo hincapié en los beneficios que trae incluir a la población mayor en las acciones sobre el cambio climático. También ofrece ejemplos de prácticas prometedoras y presenta conclusiones y recomendaciones.
Las personas mayores, en particular las mujeres y aquellas con discapacidad, se encuentran entre las más afectadas por los daños relacionados con el clima, como la creciente propagación de enfermedades transmitidas por vectores, el estrés por calor y el aumento de la frecuencia e intensidad de los desastres que fácilmente afectan su salud física, mental y su bienestar. Adicionalmente, esta población suele ser descuidada o marginada por las leyes y políticas climáticas; las personas mayores rara vez se mencionan en los acuerdos internacionales sobre el medio ambiente y no existe un instrumento normativo global específico sobre los derechos de estas personas.
Al mismo tiempo, es importante reconocer que las personas mayores poseen vastas reservas de conocimientos, experiencia y resiliencia, lo que hace que su participación, inclusión y liderazgo sean clave para los esfuerzos mundiales basados en los derechos humanos para adaptarse y mitigar los efectos adversos del cambio climático.
Al respecto, HelpAge ya ha mencionado que las personas mayores son una fuerza creciente en la acción contra el cambio climático. Desarrollamos un documento informativo que evidencia/explora cómo el empoderar y visibilizar las voces y acciones de las personas mayores es clave para atacar este fenómeno.
La clave para reducir el impacto de las catástrofes naturales en las personas mayores es la reducción del riesgo de desastres (RRD). Al trabajar con esta población será más fácil comprender sus vulnerabilidades y los formuladores de políticas podrán implementar una planificación de la resiliencia que tenga en cuenta la edad para mitigar los impactos de eventos como inundaciones, tormentas y terremotos.
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